Cerrada, para proteger la sensibilidad y para
ocultar sus misteriosos poderes de la mirada extraña.
Hemos preparado una vulva de tela, suave y
sedosa, con todos sus elementos, tan delicados.
Realizada con todo el interés y atención, con
las evidentes limitaciones de la tela y de nuestra pericia.
Por delante:
labios mayores y menores,
glande y capuchón, uretra, glándulas de la eyaculación y glándulas lubricantes,
entrada de la vagina, himen.
Por detrás:
Vagina elástica, cuerpos esponjosos, pilares del clítoris.
Vagina elástica, cuerpos esponjosos, pilares del clítoris.
Hemos reproducido una vulva en tela, dando nuestra
versión, señalando los elementos y características que nos parece importante
tener presentes.
Es una
manera de traducir en un objeto físico esas explicaciones que hemos dado tantas
veces en talleres, sobre cómo son y cómo funcionan los órganos de la
reproducción y del placer. Hemos dicho mucho que los tejidos humanos son elásticos,
que las cavidades están cerradas y tienen la capacidad de ampliarse. Hemos comentado
tantas veces que los genitales femeninos, a diferencia de los masculinos, son
internos, que para conocerlos hay que poner voluntad y conciencia y que es
importante hacerlo.
No hay que considerar de la Flor que late como una representación realista, sino como un modelo alegórico hecho de materiales y colores sugerentes, y como un esquema que describe los elementos, aunque las proporciones y posición no coincidan con exactitud a las vulvas reales, que pueden presentar tantas diferencias.
No hay que considerar de la Flor que late como una representación realista, sino como un modelo alegórico hecho de materiales y colores sugerentes, y como un esquema que describe los elementos, aunque las proporciones y posición no coincidan con exactitud a las vulvas reales, que pueden presentar tantas diferencias.
Preparación de la Flor que late
Preparación, cosido a mano y telas preparadas para hacer cinco flores
Labios menores, clítoris y capuchón
Labios mayores. Se empieza a cerrar
Girar del derecho y coser a mano la abertura superior
Pasar la vagina a la parte posterior i montar el clítoris interior
Por delante, dos lentejuelas para representar las glándulas lubricantes
Tenemos cinco flores acabadas
Tenemos cinco flores acabadas
La Flor que late es un reto para la artesana
que la ha preparado, que no sabe hacer flores, que sí conoce técnicas para
hacer ojales, bolsillos y patchwork, que entiende bien las distintas prestaciones del
recto hilo y el bies, de la estética de la superposición de texturas... De cualquier modo, construirla es complicado y largo, cada paso va en un orden muy concreto,
las telas de satén, delicadas al tacto, resbalan y se deshilan al trabajarlas,
las formas redondeadas y sesgadas son inconcretas y poco precisas. Pocas veces nos quedan
exactamente iguales, aunque todas son muy parecidas. Ya hemos hecho muchas, vamos aprendiendo.
Hechos con cierta ironía, intentando representar los elementos y su función, y con las evidentes limitaciones de la tela, y de nuestra pericia.
Genitales msculinos
Hechos con cierta ironía, intentando representar los elementos y su función, y con las evidentes limitaciones de la tela, y de nuestra pericia.
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